Unas palabras sueltas por Jhamil, periodista deportivo

Jhamil –su nombre se escribe así, pero nuestro limitado universo lo redujo a su versión más legible, "Yamil"- era un tipo inabordable y talentoso.
Jhamil murió asesinado un domingo de visitas en el Pabellón Modelo de la Unidad Penal Nº1. No sabemos en qué circunstancias, pero en los diarios decía contundentemente "cayó un conocido personaje del hampa paranaense".
Le encantaba el fútbol y en el ámbito del Taller de Comunicación siempre se ocupaba de los micros deportivos. Era un conductor excelente y afirmaba que vislumbraba un futuro como periodista. Creía que la Radio Abierta Chamuyo FM cumpliría el sueño de muchos internos de tener una radio propia donde dejar escuchar su voz. Soñaba que podría traspasar los muros y llegar mucho más allá.

Los integrantes del equipo de "La Hora Libre" sabíamos que era un líder con influencia incuestionable.
Durante este último año fue el integrante que nos obligaba a replantear nuestro proyecto una y otra vez. Todo iba bien hasta que Jhamil nos rompía los esquemas. La planificación estallaba cuando nos "bardeaba" y más de uno se enojaba con él.
Nada era fácil con la presencia de Jhamil. Más de una vez parte de este equipo pensó en abandonar todo, dada la impotencia que nos generaba no poder acceder a su lógica y a sus sentimientos. Era difícil llegarle al corazón y más difícil dirigirlo a proyectos colectivos.
Pero a su vez, cada situación conflictiva nos obligaba a salir del conformismo, a pensar otros abordajes, a romper nuestras estructuras de pensamiento e inventar... a estar abiertos a escuchar más que a proponer.
Asimismo, sabemos que tenía amigos –concepto poco familiar en el entorno carcelario- a los que ayudaba y a los que –seguramente- habrá mostrado su lado más leal.

Si estamos presentes con estas palabras en este espacio académico es porque creemos que desde el Proyecto de Extensión Universitaria Comunicación Comunitaria: Palabras libres… en la cárcel estamos contribuyendo a que la Universidad –y nuestra Facultad en particular- multiplique los ámbitos de práctica, reflexión y producción de conocimientos. Y Jhamil era parte de esta experiencia, era parte de la Universidad.
En este espacio del Proyecto de Extensión nos venimos cuestionando profundamente acerca del significado de las cárceles y su función en estos tiempos del declive de las instituciones. Concluida la ilusión de la re-inserción y la re-habilitación de la cárcel disciplinaria, ésta pasa a ser cada vez más un castigo de pobres, depósito de indeseables, reducto de los "personajes conocidos del hampa".
Pero en realidad, en ningún lugar del mundo el Estado se hace cargo de lo que sucede dentro de las cárceles. Es el lugar al que nadie quiere ir y nadie quiere ver. Lugar tranquilizador donde la sociedad deposita sus deshechos, sus expulsados; aquellos que no pueden pagar sus culpas con dinero. Cuanto más lejos de "la ciudad", mejor…
Según la Constitución, "las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas" (Art. 18). Pero la vida no vale nada dentro de sus muros. Y la seguridad se paga, como todo, a precio del mercado.
¿Es posible, entonces, evitar la violencia dentro de las cárceles?

Cierto día, ante el comentario que apareció en todos los medios sobre el motín de Santiago del Estero Jhamil dijo: "por dos días sale en los medios….¡después se olvidan!, nadie hace nada…si a nadie le importa…" Estas palabras dan vueltas en nuestras cabezas…
En reiteradas ocasiones, él dijo que "a nadie le importamos acá". Seguramente tenía sus razones. Pero deseamos que, a lo largo de este tiempo, le hayamos demostrado que a nosotros sí nos importaba.

Jhamil murió asesinado a los 32 años. Quizás salía de la cárcel y volvía a entrar. Quizás hacer la radio no sirva para nada. Quizás Patronato gane el campeonato… Quizás sus amigos de La Noche tengan que cantar más seguido en la cancha del penal. Quizás la vida le hubiera podido dar una oportunidad…
El "conocido personaje del hampa paranaense" tenía tatuado un nombre en su brazo: era el de Lautaro, su hijo de 10 años. Quizás era buen padre…


Equipo del Proyecto de Extensión
Comunicación Comunitaria: Palabras libres… en la cárcel
Área de Comunicación Comunitaria
Ce.P.C.E. –Facultad de Cs. de la Educación


Esto escribimos a raíz del asesinato de Yamil, compañero de la Hora Libre.

Comentarios

Anónimo dijo…
Hermosas palabras, hermoso el trabajo que estan haciendo. Siento lo dificil y duro que debe ser. Pero que noble y gratificante es saber que hay gente que tan bien ocupa el dinero que brinda el ministerio. Y que todavía haya personas, jóvenes y no tanto, que piense y sienta así hacia los menos favorecidos por este sistema. Estoy acostumbrada, en mi medio laboral, a escuchar que habría que tirar una bomba en medio de las villas para acabar con todo, o matar a las embarazadas de las villas para que no haya mas delincuentes....y ver esto es un oasis en donde lavarse tanta mediocridad y violencia.
Gracias por este aporte. Exitos!!!!
Gretel dijo…
Muchas gracias y seguimos trabajando y chamuyando. Estás invitada a participar de nuestras actividades masivas. Para el mes que viene ya vamos a tener novedades en este blog de ciclos de poesía, fiesta de la primaverra, y una sorpresa que estamos gestando para el día de la madre. Gracias otra vez!