Icaria pone a volar el Ciclo
Cultural en la Unidad Penal N°6
Este miércoles 20
de marzo, en el marco del Mes de las Mujeres, dará
comienzo el Ciclo Cultural en Unidades
Penales propuesto por el Programa Universitario de Prácticas
Integrales en Cárceles (PUPIC), en marco a la labor que
realizan los equipos extensionistas del Área de Comunicación Comunitaria (ACC) de la
Facultad de Ciencias de la Educación (FCEdu) y de la Facultad de Trabajo Social
(FTS) de la UNER.
En esta oportunidad, organizado junto al Área Educativa de la UP6 y
auspiciado por la Secretaría de Cultura de la Provincia, se podrá
apreciar el “espectáculo unipersonal payaso” Icaria,
protagonizada por Paula Righelato.
La función será en el Salón de Usos Múltiples de la Unidad Penal
N° 6 Concepción Arenal de Paraná, a partir de las 19:00.
De esta manera se inicia el Ciclo Cultural, que promete volver a
disfrutar obras de calidad en los contextos de privación de la
libertad, donde son muy bien recibidas con sentidos aplausos.
Icaria cobra especial sentido en este contexto, ya que con su decisión, valor
y ternura, nos muestra su propio camino hacia la libertad.
Síntesis:
Icaria es una payasa tragicómica, un mito que se repite generación tras
generación y un sueño que a todos -alguna vez- se nos cruzó por la
cabeza… volar!
En Icaria, la payasa trae dos cuentos bajo la manga: el deseo propio de
cumplir el sueño de volar; y la maravillosa y mítica
historia de Dédalo -el genial inventor- y su hijo Ícaro.
Hilando con sogas y juegos payasos, la narración teje dos historias que
hablan de lo mismo: la necesidad de cumplir los sueños.
El argumento está apoyado en la mitología
griega. Icaria nos cuenta la historia de Dédalo y su hijo Ícaro, el laberinto, el
Minotauro, Teseo y Ariadna. Icaria nos cuenta esta historia narrándola
con acciones. Nos muestra la lucha del “valeroso” Teseo con el monstruo (parece que este
muchacho Teseo no era tan decidido…), la ayuda de la “rubia” Ariadna
(que parece no era tan tonta…). Habiendo sido Dédalo e Ícaro
encerrados por haber ayudado a Teseo en su lucha, solo les queda escaparse saliendo
del laberinto y de la isla, volando. Para tal empresa, Dédalo
construyó para él y su hijo alas que unieron a su cuerpo.
Resultado: Dédalo pudo huir, pero su hijo pecó de
optimista y curioso, se acercó demasiado al sol, sus alas se desprendieron y
cayó al mar. Así que Icaria quiere emular a Dédalo y a
su hijo, “con el diario del lunes”, lo que alimenta la ironía y el
humor, el desparpajo, la fragilidad y la ternura.
Ahora bien, Icaria le tiene terror a las alturas, pero no le importa,
arma su artefacto alado y no le preocupa que se le pueda desarmar. Pero es
precavida y se pone casco. Su decisión y su atrevimiento la impulsan a vencer sus límites y
saltar a la aventura (de la crítica de Jorge Leva sobre el espectáculo, en
la revista Mateo).
Ficha técnica:
::: Duración: 50 minutos
::: Actúa: Paula
Righelato
::: Idea y texto: Paula Righelato – Nadia Grandón
::: Asistencia técnica: Luciana Obaid – Gisela
Righelato
::: Dirección: Nadia
Grandón
::: Grupo: Compañía Teastral
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