Con la primera función de cine, comenzamos el 2015 los palabreros

El Proyecto de Extensión Universitaria "Miradas y mundos posibles" tuvo su inicio de actividades 2015, el pasado sábado 25 de abril, con la función del Ciclo de cine en la Unidad Penal N°6 "Concepción Arenal".
Compartimos una crónica de Amílkar Zonis, integrante del proyecto y estudiante de Comunicación Social.




Una matiné en la Unidad Penal de mujeres (por Amilcar Zonis)


Llegué pasada las 17:30hs de la tarde del sábado 25 de abril a la esquina de Marcos Sastre y José Ruperto Pérez de la ciudad de Paraná. El sol apenas calentaba, aún así brillaba como nunca. No era un día cualquiera, era el ¡Super estreno Super!

Se trataba nada más ni nada menos que la vuelta del Ciclo de Cine a la Unidad Penal N° 6 “Concepción Arenal”, de mujeres de la ciudad. Era un reencuentro tanto con las chicas privadas de su libertad, como con nosotros mismos como equipo, con nuestro trabajo, nuestras ganas de laburar. Pero como todo re-encuentro, no podían faltar las ansias, las expectativas punzantes y los nervios. El reloj marcó las 18 y casi estábamos todo el equipo del Proyecto de Extensión Miradas y Mundos posibles del Área de Comunicación Comunitaria de la Facultad de Ciencias de la Educación de la UNER.

Dispusimos nuestros celulares, llaves y nuestros DNI y tocamos la puerta de la penitenciaría. Atendió la guardia de seguridad quien, luego de invitarnos a ingresar y cerrar con llave y candado la puerta detrás de nosotros, nos solicitó las mochilas y carteras para que las mismas sean requisadas. Segundos más tardes nos dirigimos al salón principal, ese espacio en común que tienen las chicas, todo pintado de un blanco viejo, con detalles en un rosado desgastado. Un lugar con grandes ventanales que por su tamaño y luminosidad, apenas logran opacar la sensación de encierro.

Comenzamos a preparar el proyector, la computadora y demás elementos necesarios para poder proyectar la película, cuándo, en menos de cinco segundos ingresó la primera espectadora; era “nueva” y nunca la habíamos visto antes en el espacio de cine de los sábados, el año pasado. Enseguida entró una más, y otra más y así sucesivamente. Antes de haber terminado de instalar el equipo, la sala estaba completa, repleta de mujeres ansiosas de comenzar con la función, y como es costumbre, el equipo de mate no podía faltar.

Una de las compañeras integrante del proyecto, dio las palabras de bienvenida y presentó el Ciclo de Cine. A modo de introducción se proyectaron dos cortos, “At the opera” de Juan Pablo Zaramella y “El pájaro y el hombre” de Santiago 'Bou' Grasso. Y, finalmente, llegó la protagonista principal, la película recientemente nominada al Oscar “Relatos Salvajes” dirigida por Damián Szifron.

El tiempo realmente pasó volando y el sol que anteriormente entraba a través de la sala iluminando cada esquina, se fue opacando, escondiendo a través de las grandes y oxidadas rejas, dejando lugar a la oscuridad, a la noche. Fueron casi dos horas que pasaron como un haz de luz. Con muchas risas de por medio, el largometraje nos trasladó a todos nosotros a otros mundos, nos hizo recorrer toda la Argentina, pasando por los hermosos paisajes de Cafayate en el Norte argentino, hasta la inmensa y monstruosa ciudad de Buenos Aires. Revivir un casamiento con todas sus idas y vueltas, emociones encontradas, hasta un solitario y viejo restobar, en una fría y húmeda noche de tormenta. Con un poco de humor y un enfoque un poco satírico del hombre en su vida cotidiana, revivimos las andanzas del afuera, más allá de esos muros y esas rejas que nos contenían, que las contienen a ellas todos los días, privadas de su libertad.

Un “afuera” que, si bien aparecía tan abrumador y conflictivo, al fin y al cabo se trataba de la vida en libertad.

Y vimos ahí las capacidades que posee el cine, como instrumento que nos permite imaginar y transportarnos a lugares y espacios tan lejanos, inimaginados. Una herramienta que nos posibilita reflexionar, así como también, aún más importante, sacarnos una sonrisa, darnos una alegría un día cualquiera, en un momento.

Era tarde, la película terminó y quedamos todos movilizados, las chicas procedieron a retirarse rápido no sin antes agradecernos y saludarnos. Nosotros, integrantes del equipo, no pudimos más que mirarnos y sonreír satisfechos. Todo había salido perfecto. Y fue fantástico.

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